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La Radio en el Tiempo III – Música Maestro

LA RADIO EN EL TIEMPO III - Música Maestro

Inventos como el cine y la fotografía,  comienzan a introducir algunos cambios en la cotidianidad de los caraqueños de principios del siglo XX…En una Caracas que aún usaba el gas y la lámpara de kerosene para la iluminación, donde sus moradores tejían, en sus miedos, decenas de historias  de  fantasmas y aparecidos – hasta más allá de la mitad del siglo- y donde el automóvil, aún era casi una incógnita, la última palabra en cuanto a fotografía era el maravilloso invento del polvo de magnesio, gracias al cual se podían tomar fotografías de noche. Obviamente que tal descubrimiento, para la época, resultaba peligroso y caro. El fogonazo era de tal magnitud que asustaba hasta al ayudante del fotógrafo… Por ello, cuando surge el cine, muchos llegan a exclamar impávidos :¡ La Fotografía cobra vida! Y aunque Caracas recibe la novedad con cierta indiferencia, el entusiasmo crece a medida que lo van conociendo y empiezan a proliferar las exhibiciones en los teatros de la época: Alhambra, situado en la esquina de La Torre; Apolo en la de La Palmita; Veroes en la esquina del mismo nombre y en La Pastora, un modesto local llamado Esmeralda.

En tanto que la vida en el país, transcurría con una visión de cierto optimismo ante el progreso de nuevas industrias y un plan ferrocarrilero que cruzaba de un lado a otro el extenso territorio, en Caracas, un gusto afrancesado se hacía notorio y la ciudad comenzaba a mostrar su bullicio, lo mismo en las fiestas patrias que en los carnavales.

Con la llegada del primer cuarto de siglo, la electricidad comienza a desplazar las lámparas de kerosene, hasta que irrumpe la Radio. Llegan de U.S.A., los primeros equipos radiales. Tanta modernidad deja atónitos a los caraqueños. Muchos, no logran explicarse cómo aquellos novedosos aparatos logran retransmitir “La retreta” desde la Plaza Bolívar donde las bandas oficiales interpretan valses, joropos, polkas y marchas militares, con crédito muy especial a los ya consagrados directores como Pedro Elías Gutiérrez.

¡Y qué decir de los discos! Los aparatos que hasta entonces operaban por las vibraciones de los sonidos de las voces o de los instrumentos que los ejecutaban, fueron desplazados con la llegada del novedoso disco electrónico o Panatrone, también llamado Rayo Luminoso Brunswick, que permitía grabar los discos por electricidad y en los surcos de los mismo se controla el movimiento de una aguja excesivamente lumínica, la que en sucesión, produce una corriente eléctrica, réplica de las ondas sonoras. Esta corriente era llevada a un poderoso amplificador de audio, donde aumentaba su volumen ciento de veces. Una vez logrado el volumen, se devolvía a las ondas sonoras por medio de un aparato llamado orador, de tipo cónico, en vez del micrófono usual. Así las ondas sonoras llegaban al dorso de un pequeño espejo de 1/1000 de pulgada de diámetro. Las ondas hacían vibrar el espejo y éste producía un hilo de luz capaz de atravesar una celda fotoeléctrica, la que traslada sus rayos por impulsos eléctricos, los que a su vez eran amplificados, gracias a un grabador magnético que permitía la impresión del disco.

Ya se inicia, poco a poco, el reemplazo de las pianolas y victrolas ortofónicas y demás aparatos de iguales aforos filarmónicos. Pues, los aparatos de radio inician su desplazamiento y ya para 1930, se inundan ciudades, pueblos y caseríos en todo el país, de los novedosos receptores.

El tango atenta contra la moral

Tantos adelantos para una ciudad que estaba regida por las normas de estricta moral, no podían pasar inadvertidos. Sobre todo en tiempos de censura política, se escuchan las primeras voces en resguardo a las buenas costumbres y la protección a los menores de edad -indicativo en vigencia- de que censurando la censura se logra poner de acuerdo, de manera eficaz, a mucha gente distinta entre sí. La voz de alerta en resguardo de la moral, descansa en denuncia abierta – según edición Nº 89 de Elite- acerca de que el tango y sus letras de doble sentido estaban pervirtiendo la moral y las buenas costumbres. Se insiste que el tango, en combinación con las pianolas, los bares, los automóviles, las cuotas de los famosos marchantes y el cine conforman las plagas modernas que azotan al venezolano medio,La estadística policial de 1925 refleja que se presentaron 6.322 denuncias de padres de familias reclamando la captura de sus hijas, prófugas del hogar.  No cabe duda que la suma es enorme: ¡6.322 Señoritas que se escapan del hogar! … ¿De quién es la culpa ?…Pues de los Tangos que ensalzan con música melancólica a las chicas sensibles que huyen con su galán. Letras de tangos como “Arrabalera” y “Gigoló de Luxe”, son señalados como culpables.

Obviamente que ante tanto escándalo, nadie podía suponer que años más tarde, la Radio se transformaría, a la par de sus adelantos técnicos, en el más fastuoso escenario de grandes figuras nacionales e internacionales…

Con el ídolo de 1935… nace el fotógrafo de las estrellas

Una celebridad de multitudes. Carlos Gardel visita a Venezuela. Su arribo a Caño Amarillo rompió con el paradigma de una época, totalmente opuesto a liberados suspiros, gritos y ¡hasta desmayos! por parte de las recatadas féminas caraqueñas que olvidaron las estrictas normas morales para delirar por el apuesto cantante argentino. Un episodio, dentro de los muchos que registra la historia, aconteció aquel año de 1935.El protagonista, Jaime Albánez, recuerda la anécdota que, gracias a Gardel, lo lleva a convertirse en el fotógrafo de las estrellas.

-Yo conocía mucho a Gardel a tra­vés de sus interpretaciones en la radio. Cuando vino a Caracas pedí una camarita prestada a un amigo, con la idea de tomarle una foto a Gardel. A su llegada no pude, pero en la noche le hacían una fiesta y había un gen­tío. Entrar era casi imposible y yo con una cámara de aficionado, sin flash ni nada,logré llegar hasta él y le dije  que quería tomarle una fotografía. Gardel se me quedó viendo, ve mi cámara y se da cuenta de que con eso yo no podía hacer na­da, pero no me defrauda y  me dice: “Pibe, yo traje muchas fotos de Holly­wood » y le dice inmediatamente  a su asistente ”… acomodarme al pibe”… y recuerdo  que me metió algo en el bolsillo del paltó.

Cuando Albánez sale del hotel Ma­jestic, donde se desarrollaba la fiesta, le preguntaron si había logrado retratar a Carlos Gardel: “no pude retratarlo –contestó- pero me puso algo en el bolsillo”.  Evoca, Albanez que al sacar el pa­pel era un billete de cien bolívares, “¡imagínate tú! en el año 35 eso era mucho dinero” …Con esa cantidad Albánez compró su primera cámara profesional. Siempre quiso ser fotógrafo y gracias a Gardel tuvo su oportunidad. Su obra gráfica es importantísima y su archi­vo cubre los más grandes requeri­mientos de cualquier investigador.

Nuevas técnicas para una radio en pleno auge

Al abrirse la década de los 40, Radio Caracas Radio in­troduce una serie de mejoras técnicas. Eleva la potencia del transmisor de onda corta a 5.000 vatios y del transmisor de onda larga a 10.000 vatios. La frecuencia de onda larga permanecía en 960 kilociclos mientras que la de onda corta se modificó a 4.920 kilociclos. En los estudios se usan equipos RCA Víctor de alta fidelidad. En las Salas-Estudios, construidas con mate­riales acústicos-científicos y provistas de un moderno sistema de aire acondicionado y alumbrado especial, hay cuatro micrófonos de alta calidad para que el oyente perciba un buen sonido. En lo que respecta a las transmi­siones conocidas como de “control remoto” se cuenta con cuatro equipos portátiles, dos de los cuales trabajan a batería y dos a corrien­te alterna para poder transmitir desde cual­quier sitio fuera de los estudios.

En esta época, también se introduce un nuevo avance técnico: los sistemas Doherly para mo­dulación de amplitud, los cuales permiten mejorar considerablemente la calidad del soni­do. Igualmente se comenzaron a utilizar sis­temas de rectificación con tubos de mercurio, nuevo concepto de válvulas electrónicas que mejoraron la eficiencia de todos los equipos.

Entre 1945 y 1955, se produce un gran auge en la ra­diodifusión venezolana. Eran años en los que el medio abandona su condición experimental y se consolida plena­mente, generando un equipo técnico y profe­sional muy calificado, con un cuadro de artistas, músicos y locutores perfectamente experimentado y compenetrado con su públi­co, un grupo administrativo conocedor de la problemática del medio y su manejo, anun­ciantes publicitarios que fueron probando sus bondades para anunciar productos y, lo más importante, un público entusiasta que seguía con interés y emoción las transmisiones y que aceptaba, gustosamente y cada vez más multitudinariamente, la invitación a adquirir recep­tores y sintonizar sus emisoras favoritas, de las cuales, día a día, había cada vez más opciones.

Entre guerras y canciones… ¡Qué años 4o tan inolvidables!

Los años 40, considerada como la Década de Oro de la Radio, se inicia con grandes conflic­tos mundiales, que podemos resumir en una frase: Segunda Guerra Mundial…. En Vene­zuela, mientras tanto se despide del gobierno el Presidente Eleazar López Contreras… Una nueva Constitución que reduce el mandato presidencial de 7 a 5 años y prohíbe la reelec­ción, son algunos de los grandes sucesos nacio­nales en el nacimiento de la década.

No obstante, la colectividad venezolana sin estar ajena al panorama de conflictos nacionales e internacionales, disfruta de los pocos placeres de la época: los bailes de la Billo’s Caracas Boys y la Orquesta de Luis Alfonso Larraín. Varias canciones baten el récord en Venezuela: “Esperanza Inútil” y “Van pa’ la guerra”, Daniel Santos; “Sobre el arco iris” de Ramón Armen­god, “Perfume de gardenia” y Barrilito de cerveza”, Marco Tulio Maristani;  “Compañero no soy guapo” de Vicente y sus Llaneros y “Despecho” de René Cabel…. En el panorama in­ternacional, en 1.940, se dan siete discos de oro: Freddy Martín con “Piano Concertto in B Flat”; Glen Miller con Chatanooga choo choo”; Harry James con “One o’clock jump”; Horace Heid con “Profundo en el corazón de Texas”; Kay Kyser con “Three little fischers’; Kate Smith con “Rose o’day ”; Vaugh Monroe con “Racing with the moon”.

En 1941, podemos citar a las seis cancio­nes más escuchadas en las emisoras locales y del interior:

“Cuatro personas” y “Amor, amor, amor” de Ramón Armen­god; “Misión” con Miguelito Valdés y la Orquesta de la Playa; “Barlovento” con Vicente Flores y sus Llaneros; “Hace un mes que no bailo el muñeco”, con la Orquesta de Mariano Mercerón. En el panorama internacional, una de las cancio­nes más pegadas fue “Blanca Navidad”, de Bing Crosby.

En 1942 tenemos cuatro temas de im­pacto:

“Olvídame” con la orquesta de Rafael Mu­ñoz; “La cita” con Rafa Galindo y la orquesta Billo’s Caracas Boys; “Collar de perlas” con la Orquesta de Glenn Miller; “Mama eu quero” de Carmen Miranda.

En 1943 se escucharon temas como:

“Para que tu veas” de Boby Capó; “El Adiós” con la Biilo’s Caracas Boys; “Nosotros” de René Cabel; “El Marañón” con la Billo’s Caracas Boys; “Te lo juro yo” con Boby Capó.

En 1944… .la guerra continúa…. y la gente baila al compás de Xavíer Cugat y su orquesta con sus canciones “Manicero”; “Cachita’ “Babalú” y “Bim bam bum” …

La atracción de ese año fue sin duda la llegada a Venezuela de Xavier Cugat y su or­questa, quienes se presentan en el “Nuevo Circo de Caracas”, alternando con la Orquesta del maestro Billo Frómeta, que consigue ese año uno de sus mayores éxitos con: “Mamá yo quiero un cadete” …

En 1944 en la cartelera internacional suenan otros hits: “Rum and Coca Cola” con las Andrew Sister; “Swinging on a star”, de Bíng Crosby; “Into each life some rain must fall” con Ella Fitzgerald and Ink Spots; “You always hurt the one you love”, con los Mills Brothers.

En Venezuela los discos que se vendieron fueron:

“Palabras de mujer” de René Cabel; “Aunque tengas razón” con María Luisa Landín; “El Caimán” con Víctor Pé­rez y la Billos’s; “Vagabundo” con Rafael Galindo.

En el año de la bomba de Hiroshima, 1945, Caracas es una ciudad de apenas 400 mil habitantes. El porro colombiano comienza a escucharse, o mejor dicho, se populariza. “El caimán” es la canción de moda. Los discos de más venta son:

“Deuda”, “La última noche” de Eva Garza; “Llanto de luna” de Leo Marini; “El cigarrillo” con la orquesta de Luis Alfonso Larraín; “Mi vaca lechera” con Alberto Rosario y su conjunto.

En la cartelera internacional, he aquí algunos de los títulos de más éxito: “April showers”; “B/W swanee” con Al Jhonson; “I can’t begin to tell you” con Bing Crosby; “Polonaise” con Carmen Cavalaro; “Sentimental journey” de Les Brown; “Temptation” y “Hubba hubba” con Perry Como.

En 1946, la cartelera de éxitos nacional ofrece los siguientes éxitos:

“Para qué recordar” de Carlos Ramí­rez; “Silverio Pérez” con Fernando Torres; “El maestro”, con la Orquesta Tro­picana; “La maricutana” con el negrito Chapuseaux y Simón Damirón.

Ese mismo año vienen a Venezuela y concretamente a Radio Caracas, artistas de renombre como Carmen Amaya, Alfonso Ortiz Tirado, Leo Marini y Carlos Ramírez.

Dentro del movimiento internacional, vale la pena citar temas como: “California aqui he llegado” de Al Johnson; “Su­gar blues” con Clide Mc Coy; “To each his onw”’ con Eddy Howard; “Me haces amarte” con Harry James; “Green eyes” con Jimmy Dorsey; “Choo choo boggie” con Luis Jordan; “Prisioner of love” con Perry Como.

En 1947, el ambiente se llena con los gritos de los charros mexicanos. artistas como Jorge Negrete, Pedro Infante, Lucha Reyes, hacen soñar a los románticos. el cine mexicano penetra de forma tal, que hasta el idioma sufre serios cambios. En ese mismo año se presentan en el Teatro Municipal los grandes pianistas Athur Rubinstein y Withold Malcu­zinsky…

Don Pedro Vargas impone su “Maria bonita” y Bobby Capó “La mucura”…y entre los hits internacionales podemos citar a “Es mi deseo” con Frankie Lame; “When you where sweet sixteen” de Perry Como; ‘Mam’selle” de Art Lund y “Ballerina” de Vaughan Monroe…

En 1948 el Premio Nacional de Música lo gana el maestro Angel Sauce, quien trabaja­ba en Radio Caracas junto con su orquesta. En lo popular se produce la separación de Rafa Galindo y Víctor Pérez de la orquesta de Billo para formar la suya propia que se llamó “Rafa-Víctor” … Bobby Capó que impu­siera “La mucura”, es la atracción internacio­nal de ese año… también impuso la canción “Le-lo-lay”.

En la cartelera internacional los éxitos son:

“Four leaf clover” con art mooner; “Ahora es la hora” de Bing Crosby; “Little white lieds” con Dick Haymes; “Buttons and bows” con Dinah Shore; “The fat man” con Fats Dominó; “Shine” con Frankie Laine; “Tempta­tion” con Jo Stafford; “Mañana” con Peggy Lee; “Porque” con Perry Como.

En 1949, hace su debut en el Club Los Cortijos una nueva orquesta dirigida por Alde­maro Romero. Sin embargo, no tiene el éxi­to esperado… la música del maestro Rome­ro no llega a las mayorías… suenan en las ra­dios canciones como:

“Pesar” de Alcy Sánchez con la Billo’s Caracas Boys; “Callejera” de Fernando Fernández; “Cita a las seis” de Pachito Riset; “Desesperanza” con Alfredo Sadel; “Irremediablemente solo” con Bobby Capó…

La década del 40, fue, sin duda alguna la época del romanticismo, en la que no sólo surgieron excelentes programas de cualquier ti­po, incluyendo hasta la transmisión remota de eventos culturales y deportivos de resonancia, también marcó el surgimiento de ídolos populares de la canción.

Llega el acetato: un impulso para las estrellas

Poseedores de grandes voces y personalidades por demás muy carismáticas, cada cual demostraba la extraordinaria calidad en sus interpretaciones. La idolatría, esa mezcla de admira­ción con un exaltado cariño, que se reflejaba a menudo en expresiones de fanatismo, alcanzó por igual a artistas dramáticos o cómicos, a cantan­tes, así como a grupos y orquestas. La popularidad se debía en parte, al cine, particularmente, a las películas america­nas y, como ya mencionamos, a las mexicanas, que evidentemente se reafirmaba con la presentación en vivo en los programas de la radio.

En esa época también comenzó a for­mar parte del estrellato la grabación de dis­cos, los cuales reforzaban aún más la difusión, pues dieron paso a los pro­gramas donde se complacían las peticiones de canciones, que los oyentes formulaban a las diferentes emisoras.

Muchos coinciden en señalar a Alfredo Sadel como el más grande de todos los cantantes de  la radio. Sadel se presentó con mucho éxito en programas como Fiesta Fabulosa, que fue también considerado el más grande “show” de variedades dentro de la radio venezolana. También se recuerda a Eduardo Lanz, Lorenzo Herrera, Mario Suárez, Juanito Renot, Loreto Mata, Raúl Naran­jo, Héctor Monteverde, Oscar Jaimes, Raúl Miranda. Rubén Osuna, los intérpretes de tangos, Rafael Lanzetta, Rafael Deyón y Es­naldo Avila. Se señala, asimismo, a Fixi Miranda, Héctor Murga, Héctor Cabrera, Rafa Galindo, Víctor Pérez, Víctor Piñero, Manolo Monterrey, el grupo Los Torrealberos, en el cual cantaban Marisela, Magdalena Sánchez y Angel Custodio Loyola, Olga Teresa Machado, Graciela Naranjo, Elisa Soteldo,Edith Salcedo, Adilia Castillo, Totina Guevara, Margarita Plaza, María Teresa Acosta, Linda Duval, 0lga Castillo, Margarita Mora, Graciela Monti­lla, Ofelia Ramón, Ginger Alba, René de Pallás, Alicia Mikusky, Elvira Castillo, Lila Castillo Bustamante y la niña Marina Auriste­la Guánchez, quien después descolló como una gran soprano ligera, integrante del Quin­teto Contrapunto, famoso durante los años 60.

Entre los grupos, recordamos al Trío Los Latinos, el Trío Jirahara, el Trío Armonía, el dueto Espín-Guanipa, el Trío Maristani, en­cabezado por Marco Tulio Maristani, quien también fue muy famoso como solista; Rafael Montaño, quien tenía programas diarios con su conjunto; Josefina Rodríguez, en esa época llamada La Gitana de Color, quien actuaba con el conjunto de Vicente Flores y sus Llaneros. Otros venezolanos de gran significación en la interpretación de nuestra música fueron César del Avila, Andrés Cisneros y Benito Quiroz, este último de potente voz y especiali­zado en galerones

La publicidad y los cancioneros: ¡Vaya innovación!

No cabe duda que ya para estos años, la radio se ha transformado en el mayor entretenimiento de los venezolanos, especialmente de los caraqueños, para quienes oir los programas era la verdadera y para muchos, única distracción. La música y las canciones causaban un verdadero deleite para los radioescuchas…y pronto las cuñas radiales, de gran ingenuidad, pero muy efectivas, añadirían un nuevo encanto a ese público cautivo.

 Es así como la Colgate-Palmolive, comienza en Vene­zuela entre los años 42 o 43, y unos cinco años más tarde, estaba consolidada como la firma patrocinante de los grandes programas dramáticos y de musicales como Fiesta Fabu­losa y Sonrisas Colgate. La empresa tenía su propio departamento de publicidad, dirigido por ese famosísimo y destacado publicista, René Estévez, que durante la Década de Oro de la radio, e incluso un poco antes y después, lo­gró que la Colgate-Palmolive se convirtiera no sólo en un gran anunciante, sino en un colosal promotor de la radio en el país.

El auge de la radio fue tal que inmediata­mente algunos visionarios se lanzaron a ofre­cer servicios profesionales al mercado nacien­te de la producción. Una de las compañías que se fundó con ese fin, fue Estudios Universo, de Alfredo Cortina y Mario García Arocha, entre otros. Universo producía programas para di­ferentes estaciones de radio y terminaron montando su propia estación, que transmitía desde El Paraíso, exactamente donde está aho­ra la sede de Radio Caracas Radio.

Esa época era muy peculiar en las pro­gramaciones de radio. Las canciones se po­nían tan de moda que pronto se hicieron famosos los cancioneros. La gente se divertía aprendién­dose las letras de las canciones, para lo cual buscaba con interés los cancioneros. Había unos que se vendían y otros que se regalaban en las farmacias, bodegas y tiendas. De esta época data el famosísimo Cancionero Picot, auspiciado por la Sal de Uvas Picot, que tuvo su origen en México y después se distribuía en toda Latinoamérica. Todas las letras de las grandes canciones de los años 40 y 50, venían en el Cancionero Picot.

Las grandes orquestas: ¡Qué época, señores!

Una de las atracciones de la radio desde sus co­mienzos, fue la de poder disfrutar de las grandes bandas y orquestas de baile. Al prin­cipio se formaron las llamadas orquestas de planta, las cuales se utilizaban para reali­zar programas especiales o para acompañar a cantantes nacionales e internacionales.

Los pioneros de este tipo de programas fueron las bandas marciales, que durante años deleitaron a los parroquianos en las famosas retretas de las plazas públicas, comenzando por la plaza Bolívar de Caracas. Entre los pio­neros en actuar en la radio, dirigiendo sus bandas, estuvieron don Pedro Elías Gutiérrez, creador del Alma llanera y el maestro Carlos Bonet, autor de muchas obras venezolanas y muy en especial de la marcha 1BC, que aún identifica a Radio Caracas y a Radio Caracas Televisión.

Otro de los pioneros en organizar or­questas o grupos de música popular fue Luis Alfonzo Larrain, quien en oportunidades te­nía dos o tres bandas diferentes, con nombres distintos, cuando casi siempre era la misma orquesta.

Hacia finales de los años 30 y durante los años 40 y 50, las orquestas y sus cantantes se convirtieron en verdaderos ídolos de la radio y de allí su gran popularidad para amenizar fiestas particulares y eventos sociales en clubes públicos y privados. De esas grandes orquestas surgían músicos y cantantes que luego individualmente siguieron su rumbo triunfal en diversas modalidades.

Entre otras orquestas favoritas de esa gran época de la radio, podemos destacar a la de Cé­sar Vjera, la cual contaba entre sus baluartes al joven Alirio Díaz. Asimismo, las orquestas de Rafael Minaya, la Billo’s Caracas Boys, los Hermanos Belisario, Chucho Sanoja, Aldemaro Romero, Juanito Arteta, Casablanca, Los Peniques, Los Meló­dicos, y junto a ellos, cantantes tan queridos y famosos como Víctor Pérez, Manolo Monte­rrey, llamado “El Ciclón Antillano”, Rafa Galindo, Miguel Briceño, Leo Ro­dríguez, Espín, Víctor Piñero, Chico Salas, Felipe Pirela, Cheo García, José Luis Rodrí­guez y una larga lista.

Fue tanto el éxito de esas agrupaciones musicales que, además de actuar acompañando a cantantes en los programas de atracciones nacionales e internacionales, llegaron a tener sus propios espacios de media hora diaria a través de Radio Caracas, Radio Cultura, Ra­diodifusora Venezuela, Radio Continente, Es­tudios Universo y La Voz de la Philco.

Un aspecto importante del auge de estas bandas, fue el gran impacto que causaba la presencia, en Ve­nezuela, de orquestas extranjeras, lo cual es­timulaba la competencia. Era muy frecuente recibir en Venezuela a orquestas como la Casino de la Playa, Machito, Tito Rodríguez, Tito Puente, Los Chavales de España, Los Churumbeles de España y hasta los famosos Xavier Cougat, Pérez Prado y La Sonora Matancera

De allí que los estilos estuvieran muy definidos: algunas iban al compás de las gran­des bandas de Estados Unidos, otras eran caribeñas y las más criollas, estaban basadas en valses y merengues venezolanos.

El cañonazo de Año Nuevo: tradición impuesta por la radio

La radio impuso una gran tradición, que mucha gente disfrutaba y aún lo hace: despedir el Año Viejo y esperar el tradicional “Cañonazo”, sintonizando la radio. Desde los años 50, Radio Caracas Radio indicaba la hora precisa con la señal electrónica, mejor conoci­da como el “pitico” del Observatorio Cajigal, que se ha venido utilizando por mucho tiempo para informar la hora legal de Vene­zuela. Por Radiodifusora Venezuela se escu­chaba al mediodía, precedido de un tema titulado “La Danza de los Tres Osos” y más tarde pasó a Radio Caracas, precedido de “La danza de las Horas”, de Poncielli.

Para recibir el año nuevo, La Voz de la Patria (hoy Radio Capital), competía fuertemente en ese horario, ya que contaba en directo con el sonido del carrillón de la Cate­dral de Caracas. Toda Caracas estaba muy pendiente de esas emisoras. Todavía Radio Ca­pital conserva estos tradicionales sonidos en grabación y el 31 de diciembre de cada año, utiliza esas recordadas campanadas.

Dentro de los temas tradiciona­les que se han escuchado en radio, a través de los años, se cuentan “Faltan cinco pa’ las doce”, en la voz de Néstor Zavarce; “El Año Viejo”, de Tony Camargo y “Navidad que viene”, con Cheo García y la Bi­llo’s Caracas Boys. En los años más recientes, es decir, desde 1966 para acá, son deliciosamente obli­gatorias las gaitas zulianas, donde destacan Guaco, Rincón Morales, Betulio Medina, Me­lody Gaita, Los Cardenales del Exito y muchos otros grupos y cantantes. En aguinaldos tra­dicionales, Los Tucusitos popularizaron “El perico” y “Tucusito”, además de “Fuego al cañón”, de Américo Montero, así como los renovados popurrís navideños de Nancy Ra­mos, además de las hermosas versiones de “Niño lindo”, “Tun-tun” y “Espléndida noche” por Maria Teresa Chacín, Luis Cruz y Los Cuñaos. En gaitas, sin duda, es interesante apreciar cómo se han popularizado algunas tradicionales, comenzando con “La Cabra mocha”, de Rincón Morales, o tamboreras como “Amparito”, con Los Cardenales del Exito y más recientemente “Sin rencor”, con Neguito Borjas.

Desde luego que los románticos siempre solicitan temas como “Ven a mi casa esta Navi­dad» de Luis Aguilé; “Blanca navidad”, de Bing Crosby; “Feliz navidad” de José Feliciano y en las emisoras más modernas, “Jingle bells”, “Ro­dolfo el reno” y tantos otros villancicos con la orquesta y coros de Ray Coniff,

En algunas emisoras se suele escuchar el poema de Andrés Eloy Blanco “Las uvas del tiempo”, en las voces de Pancho Pepe Cró­quer, Luis Edgardo Ramírez, Andrés Olías y Oscar Martínez, entre las muchas versiones que hay grabadas.

Grandes maestros clásicos

Muchos fueron los programas dedicados a la cultura general y a la música durante los pri­meros años de la radio. La mayoría de la gente en Venezuela conoció sólo después de la apari­ción de la radio los nombres y significación de los grandes maestros de la música y escucha­ron sus conciertos.

Grandes artistas de la música culta en Venezuela dieron sus aportes a la naciente ra­dio en el país. Vicente Emilio Sojo, Pedro Elías Gutiérrez, Inocente Palacios, Alirio Díaz, José Antonio Calcaño, Corrado Galzio, José Anto­nio Ríos Reyna, Antonio Estévez, Antonio Lauro, Gonzalo Castellanos y muchos más.

En medio del boom musical llega Lucho Gatica

En 1950 la cartelera musical de éxitos latinos se mantiene en los primeros lugares: “Qué rico el mambo” de Pérez Prado; “Soy felíz” de María Victoria; “Islas Canarias”, con Los Chavales de España.

En 1952 la orquesta de Luis Arcaraz, impone la melodía: “Monna Lisa”. Otros éxitos de ese año son: “En la orilla del mar” con Bienvenido Granda; “Mambo en España”, con la orquesta Riverside y “Ya don Rafael habló” con Manolo Monterrey y la Billos, “Mar y cielo” de Johnny Alvino y su Trío San Juan; “Piel canela” con Pedro Vargas; “La engañadora” con la Orquesta América; “Candilejas” de Fernando Fernández, y “Es­peranza mía”, interpretada por el Indio Arau­cano; fueron algunas de las primeras canciones que ocuparon la predilección del público en 1953.

Otros éxitos latinos suenan en 1954: “Aunque me cueste la vida”, con Alberto Beltrán; “Espinita” de Johnny Alvino y su Trío San Juan; “Cien años” de Pedro Infante; “Juancito Trucupei” con Celia Cruz; y “Con­cierto en la llanura” con el maestro Juan Vi­cente Torrealba.

1956 marca la pauta para Lucho Gatica, quien se impone con “No me platiques más”; la Orquesta Aragón, se hace sentir con “El Bodeguero” y Fajardo y sus estrellas, logran un hit “Corazón de Melón”.

En 1957, llega por primera vez a Vene­zuela Lucho Gatica, y consolida su fama con “Reloj”, mientras que las orquestas cubanas La Sonora Matancera, la Casino de la Playa y la Aragón hacen impacto con “Cariñito Azu­carado”, “Calculadora”, “Que siga el vacilón”. La orquesta de Carlos Torres, convierte en hit del año a “Río Manzanares”, y el cantante norteamericano Nat King Cole, se hace oír con el conocido “Cachito”.

Llegamos a 1958, año de pura eferves­cencia política, cae la dictadura del General Marcos Pérez Jiménez. El ritmo del “Rock and Roll” se impone definitivamente, y también el Festival de San Remo alcanza resonancia mundial con la canción “Volare”, en la voz de su autor Domenico Modugno .

Y entre los éxitos latinos, encontramos a “Nuestro Juramento” de Julio Jaramillo y “Campanera”, con Pedrito Rico: también se recuerda mucho el tema de la película “La Vuelta al Mundo en 80 días”, así como el tema“Escríbeme” del compositor venezolano Domingo Enrique Castillo Bustamante.

Nos acercamos al fin de la década, año 1959, aquí en Venezuela la cantante Monna Bell se impone con el tema “El Telegrama”; Adilia Castillo causa impacto con “Ansiedad”; Olimpo Cárdenas se hace oír con “Historia de mi vida”. El maestro Billo Frómeta logra pegar “Paula”.

Frente a la corriente musical de habla hispana se encuentra el revolucionario mundo musical norteamericano. Frank Sinatra y Elvis Presley son las grandes revelaciones. Para 1956 el culto a Elvis Presley se riega por todo el mundo. El muchacho de las caderas de oro, el hombre sexy del mundo bate récord mun­dial de venta. Para 1958 ya el “Rock and roll” está definitivamente impuesto. Para ese año “El Rey” había impuesto canciones como “Hard Headed Woman” y “Don’t”. Frente a Presley se destacan igualmente, ese año, artistas como Frankie Avalon, Paul Anka y Bobby Darin. También debemos recordar a Enrique Guzmán de México con “La plaga”.

La radio convierte al país en una gran plaza para los artistas

A partir de los grandes éxitos impuestos por la radio, Venezuela ha sido considerada una gran plaza para los artistas de la escena. A nivel de personajes internacionales, se re­cuerda entre los primeros que más éxito tu­vieron en el país, desde luego a Carlos Gardel y su célebre presentación en la Broadcasting Caracas en el año 1935. Después, le siguió el doctor Alfonso Ortiz Tirado, quien además de médico era un cantante muy querido en México y en toda Latinoamérica. Por esos mismos años, previos a la Década de Oro, aparece Néstor Mestachaires, quien después se redujo un poco el apellido, llamándose Néstor Chaires.

No obstante, en plena Década de Oro se recuerda la figura de Pedro Vargas, uno de los hombres más queridos como cantante, quien también hizo muchas amistades en Venezuela. 

Más tarde llegó otro fenómeno impresio­nante: Jorge Negrete, quien tenía tanta popu­laridad que debió ser presentado en el Nuevo Circo. Pedro Infante, Tito Guízar, Tony Agui­lar y Miguel Aceves Mejía, fueron los grandes cantantes de rancheras y frecuentemente de boleros y otros ritmos. Leo Marini, José Luis Moneró, Bobby Capó, Carlos Argentino, René Cabel, fueron otras de las celebridades de la canción ro­mántica, donde también destacó Agustín Lara, un gran compositor que de vez en cuando, cantaba con su piano. Iguales importancias merecieron nombres como Daniel Santos, llamado “El Inquie­to Anacobero”, los Guaracheros de Oriente, el Trío Matamoros, el Managoré Criollo, el Trío La Rosa, Johnny Albino y su Trío San Juan, El Indio Araucano que aunque tuvo su gran éxi­to ya en la televisión, también se presentó en algunos programas de radio, al igual que Antonio Prieto, el chileno que hizo famosa una canción que se llamaba “La Novia”. El trío Los Panchos se hizo famoso en esos años, siendo, indudablemente, presentado por la radio. Otro trío, Los Tres Diamantes, con un estilo más pausado y con otro tipo de instrumentación, también triunfó entre nosotros, como igual­mente lo hizo el Trío Calavera, que acompaña­ba a Jorge Negrete. Entre las grandes figuras españolas destacan José María Madrid, Juan Legido y el Gitano Señorón, quien gracias a la proyección de sus discos se destaca en la radio. La voz de Pedrito Rico, se impone también recordándose en especial sus pasodobles “Mi Perrita Pequinesa” y “El Relicario”.

Otros artistas significativos de la época y tal vez de años posteriores han sido Marco Antonio Muñiz, la Orquesta América, la Or­questa Aragón, Javier Solís y Benny Moré.  Precedido de gran fama en el cine, llegó Ramón Armengod. La orquesta de Ernesto Lecuona, Miguelito Valdez, y fray José Mojica antes de hacerse sacerdote, estuvieron en el país, como también se recuerda la visita de Agustín Lara. Había un grupo que se llamaba Los Xey, que cantó una popular pieza: “No hay novedad, señora baronesa”. En una época se impuso el merengue “El Negrito del Batey”, cantado por Alberto Beltrán.

Entre otros nombres famosos están To­ña La Negra, María Victoria, María Luisa Landín, Olga Guillot, Celia Cruz, las herma­nas Dolly, la bailarina María Antonieta Pons, Mirtha Silva, Virginia López, Sonia López, el Trío de los hermanos Rigual, Blanca Rosa Gil, Carmen Delia Dipiní, Barbarito Diez. Una artista que llamó mucho la atención durante sus presentaciones fue la peruana Ima Sumac, que tenía unos registros extraor­dinarios. De España nos llegaron Carmen Se­villa, Sarita Montiel y Lola Flores. De Italia, Mina y Rita Pavone. Inolvidables fueron las presentaciones en radio de una cantante argentina, muy popularizada entre nosotros por sus actuaciones en el cine argentino y mexicano, a quien llamaron La Novia de Améri­ca, ni más ni menos que Libertad Lamarque.

En Los Chorros surge el “Cumpleaños Feliz”

Durante los años 50 existió un programa de 15 minutos diarios, transmitido a las 6 de la tarde, desde los estudios de Radio Continente. Allí, El Trío Los Latinos, creado y dirigido por otro gran valor venezolano como músico y compositor: Luis Cruz, cada tarde, muy al estilo de Los Panchos, complacían las peticiones del público. Los inicios de este talentoso artista, se remonta a los años 50, en Los Chorros, donde acostumbraba, junto a varios vecinos, tocar guitarra y cantar. Así, un día le invitan a la fiesta de cumpleaños de una de sus vecinas y como no tenía dinero para comprarle un regalo, decide componerle una canción. Fue así como surge el aún tradicional tema “Cumpleaños Feliz”, tema que, gracias a la radio, se popularizó en la voz de Emilio Arvelo, a tal punto que aún en pleno siglo XXI, se escucha el tema en casi todos los cumpleaños.

Es de destacar, que la pieza “Esta noche”, vals vene­zolano utilizado durante muchos años, en México, como tema del pro­grama “El Estudio de Pedro Vargas, es original de Luis Cruz y Aris Ortiz, este último componente del trío “Rayando las Paredes”.

Años más tarde, Luis Cruz, funda el cuarteto Los Naipes, de donde surgie­ron figuras como Mirla Castellanos, Mirtha Pérez y Tania. De ese momento se recuerdan canciones tan hermosas y como “Recos­tada con la Mano al Cuello», “La Parau­lata» y el famosísimo “Cumpleaños Feliz”, eternos temas de Luis Cruz que conforman parte de la historia de la radio venezolana.

Por estos años, también causa furor el conocido Trío Venezuela, que logró imponer varios éxitos, siendo uno de ellos “Magia Blanca”.

Los Beatles y el Rock sacuden los años 6o

En la década del año 60, en Caracas y a nivel mundial causa furor el grupo musical de Los Beatles, y también la juventud comienza a tener la influencia del Rock que nos llega de los Estados Unidos…

Las canciones que figuran en los primeros lugares en el 60 son:

“Nuestro Concierto”, Humberto Bindi; “It’s now or never”, Elvis Presley; “Orfeo Ne­gro”, Gloria Lasso; “Serafino Campanero”, Mina; Georgia on my mind”, Ray Charles…

Esta época de los años 60, se considera como el despegue musical, tanto que los venezolanos prefieren escuchar radio que ver televisión…

En 1961, conocido como el “Año de la Nueva Ola”, resalta como su principal exponente Palito Ortega. Entre los discos más escuchados de ese año es­tán:

 “Wonderland boy night”, con Bert Kaempo Fer; “Will you love me tomorrow”, con Shirelles; “Surrender”, con Elvis Presley…

En 1962 se llega al tope del ritmo “Twist” y Radio Caracas hace que los jóvenes bailen en cualquier lugar, ya que lanza la “Ho­ra del Twist”. Por esta etapa, Chubby Checker es considerado “El Rey del Twist”; sin embargo, César Costa lo populariza con sus versiones en español.

Causan impacto en el público las cancio­nes:

“Good luck charm”, Elvis Presley; “The twist” con Chubby Checker; “Roses are red”, con Bobby Vinton…

Entre los artistas nacionales se destacan:

Mirla con “La Tómbola”, y Héctor Cabrera con “Bambina Bambina”…

La industria disquera en 1963 sufre un estado crítico, ya que se hace un vacío en una industria que, desde mediados de los años cin­cuenta con el rock, está acostumbrada a una carrera vertiginosa y cambiante.

En el campo musical nacional Billo pierde a su cantante Felipe Pirela, Chelique Sarabia se convierte en “Mr. Calipso” y Mirla pega con su versión de “Dominique” …

Otras producciones musicales que impac­taron fueron:

“Go away little girl”, Steve Lawrence; “Walk like a man”, 4 Seasons; “One day will come”, Ruby and the Romantics; “Hey Pau­la”, Paula and Paula…

1964 es el año de los primeros grupos juveniles venezolanos; recordamos a “Los Supersticiosos”; “Los Darts”y “Los Impala”. Entre los discos más escuchados en radio se mencionan: “She loves you”; “I want to hold your hand”… Estos dos impactos musicales son de Los Beatles, conjunto inglés que revoluciona no sólo el mundo de la música sino a la juventud.

En 1965 surgen en Venezuela una serie de agrupaciones musicales que adoptan los ritmos de moda… “Los Impala” con La vi parada allí y “Los Supersónicos” con Jambalaya, son los conjuntos de moda… Pero también están “pegadas” en la radio “Cartagenera” y “La Luna y el Toro” con Mirtha Pérez y Los Naipes… Tam­bién es el año de otros triunfadores: Raquel Castaños con “El Ruiseñor”, “Besos y cerezas” y “Los Claveles de Galipán” y Billo con su “Elena” … Mirla Castellanos triunfa con “¡Qué suerte!” y Estelita del Llano con “Tu sabes” … De Europa nos llegan otros impac­tos musicales, Charles Aznavour con su canción “Con” y de Italia Gianni Morandi con “No soy digno de tí”…

En la cartelera internacional podemos ci­tar además a: I Feel Fine… Los Beatles; “Come see about me”.. Supremes; Dowtown… Petula Clark; I Got You Babe, Sony and Cher; Get off of my cloud… Rolling Stones…

Otra canción que pegó hasta la locura fue “Help” de los Beatles, incluso se realizó una película con el mismo nombre y la actuación de los melenudos de Liverpool.

En 1966 en la cartelera nacional se im­ponen: Mirla Castellanos con “Dios, como te amo” y “Besos de papel” … Las Cuatro Mo­nedas con “El patito”… Los Impala con “Muévanse todos” … Cherry Navarro con “Te pido me guíes” … El Trío Venezuela con “Por quererte”.

A mediados de este año se producen dos de los mayores sucesos juveniles de la discoma­nía nacional: Los Dart venden miles de copias de la canción “Tú la vas a perder” y los 007 con “El último beso” … El supercombo Los Tropicales pegan “La banda borracha” …

En el panorama internacional surge el grupo The Who, y los éxitos fueron: “The sounds of silence”, Simon y Garfun­kel; “My love”, Petula Clark; “You keep me hangin on”, Supremes; “Strangers in the night”, Frank Sinatra; “Monday, monday”, The mamas and the papas…

En el año 67 todavía los Beatles seguían ocupando los primeros lugares de la populari­dad en la cartelera internacional… En este año pegan dos canciones: “Penny Lane” y “Hello goodbye”… Sin embargo, otra estre­lla logra acaparar la atención del público: se trata de Aretha Franklin, quien impone el tema “Respect” .

OTROS IMPACTOS INTERNACIONALES:

“I am a believer”, Monkees; “Ruby Tues­day” Roliing Stone; Something’stupid”, Nan­cy y Frank Sinatra; “To Sir, with love”, Lulú.

Este año lo cerramos en Venezuela bai­lando al alocado son del Pata Pata, con Miriam Makeba.. . En materia nacional, co­bran fuerza en Venezuela las canciones del Festival de San Remo, las mejores canciones del evento son interpretadas en nuestro país por cantantes nacionales. “No pienses en mí”, suena en la versión original y en la voz de Héctor Cabrera… “La inmensidad”, cantada por José Luis Rodríguez… Del Festival de Eurovisión nos llega “Marionetas en la cuerda” interpretada por la cantante de los pies descal­zos, Sand y Show, y aquí en Venezuela también la pega la cantante Rudy Hernández.

Del cine nos llega el tema de la película “Un Hombre y una Mujer”.

Los Beatles se ganaron ese año tres Discos de Oro, uno por Help, otro por “Yesterday”, otro gran impacto internacional y “Eight days a week”… Petula Clark también se gana el Disco de Oro con “Downtown”. .. Los Rolling Stone baten récord con “Satisfaction”…

Los Beatles rompen con todos los paradigmas. Su estilo se adueña de la juventud y sus canciones dominan el mundo… La década del 60 fue una época muy especial, tan especial que algunos pensaron que el fin del mundo se aproximaba…Los Chicos de Liverpool hicieron cambiar el estilo tanto en la estética como en la forma de vestir.  Hombres y mujeres se confun­dían físicamente, por lo menos de espalda, todos llevaban melena… Las mujeres entre mini-faldas y pantalones impactaban al mundo, mientras que los hom­bres, con largas cabelleras y pantalones ceñidos al cuerpo hacían temblar a los conservado­res…

Los Beatles y los Rolling Stones, más tarde, se hacen amos del mercado musical… cada canción es un impacto…

En 1968, en el ambiente musical nacional, Henry Stephen impone su “Limón Limonero”, logrando éxitos en el exterior… Henry Salvat suena en todas las emisoras de radio con su “Dulce de Coco”.. Ivo logra su gran éxito con “No” y Trino Mora pega varios temas, uno de los más sonado fue “Mi Tristeza” . Por su parte, Héctor Cabrera es otro de los triunfa­dores con “Canción para tí”, ganadora del Fes­tival de San Remo y Mirtha logra otro impacto con otra triunfadora de San Remo “Cuando me enamoro”.. .“El amor es azul” es el hit instrumental del año, mientras que Nancy Ra­mos impone su “Bámbola”.. . El argentino Luis Aguilé logra imponer “Cuando salí de Cuba” y el grupo español Pic Nics triunfa con “Cállate niña”.. .En la cartelera internacional siguen triunfando The Beatles, uno de sus grandes éxitos fue “Hey Jude”… Pero tam­bién es el año del excelente cantante inglés Tom Jones, que logra impactar con “Delilah”.

Otros éxitos internacionales son: “Tijuana Brass”, Herp Albert, “This Huy’s in love with you”; Aretha Franklin, “Chain of fools”; Paul Mouriat, “Love la blue”; Simon and Garfunkel, “Mrs. Robinson”; OC. Smith, “Litle green apples”; Dionne Warwick, “I Say a little pray”.

En el año 69, el mayor triunfo del hom­bre se concreta cuando Neil Armstrong y Ed­win Aldrin llegan a la luna… En Venezuela experimentamos la alegría de tener a dos triunfadores en el plano de la música internacional … José Luis Rodríguez consigue el ter­cer lugar en el Festival de la OTI, con su can­ción “No, no puede ser” y Mirla el segundo en Mallorca con “Oh Dany, Oh Dany” y el primer lugar en el festival de Benidorm con “Ese día llegará” … Gran año sin duda para la estrella Mirla Castellanos… Ese mismo año nace otra estrella: Mayra Martí…

El 69 fue de triunfos para nuestros cantantes… “Las 4 Monedas” triunfan en Espa­ña con la canción “Yo creo en Dios” de Hugo Blanco… Mirla Castellanos regresa de Espa­ña con uno de sus grandes éxitos, aún hoy en día, “El Abuelo” …

En la cartelera internacional se destacan: “Sugar Sugar”, The Archies, “Get Back” The Beatles; “A boy named Sue”, Johnny Cash; “Litlle woman”, Bobby Sherman; “I’ll never fall in love again”, Tom Jones; “Honky Tonky Women”, Rolling Stones; “See Saw”, Aretha Franklin…

Muchos otros artistas despuntaron en la década de los años 60, recordándose a Leo Dan, Nino Bravo, Vicky Carr, Peret, El Dúo Dinámico, Chucho Avellanet, el argentino Sandro entre otros. Así mismo, impactan Tito Rodríguez, La Lupe y el mexicano Javier Solís y entre otros.

En nuestro país, grupos como “Azúcar, cacao y leche”; “La gran fogata”, “Los tres tristes tigres”, logran imponer sus éxitos”.

La radio da paso a los festivales musicales

En la radio se originaron festivales de cancio­nes de gran repercusión entre los cantantes y también muy emocionantes para el público. En el año 63 se organizó entre la Coca-Cola y su agencia de publicidad McCann Erickson co­mo patrocinantes, Radio Continente y su pro­grama El hit parade de Venezuela, como productores y difusores y con la dirección de Ricardo Tirado, el Primer Festival de la Can­ción Venezolana cuya triunfadora fue la joven cantante Mirla Castellanos, con la canción “Cinco minutos”.

En este festival el público también gana­ba en sorteos que se realizaban con las papele­tas de votación. Anteriormente, Mirla en el año 1961, se había lanzado como solista en el programa Segundo Festival del Disco de Oro, organizado por El Hit Parade y transmitido por Radio Continente desde el Teatro Altamira de Caracas.

El furor de la música extranjera se adueña de los 70

El boom de la música extranjera no sólo continúa, sino que pareciera acentuarse en estos años de cierta irreverencia juvenil. A nivel de la radiodifusión venezolana, se introduce el sistema computarizado para la pauta musical. Este sistema, utilizado por primera vez en Venezuela, tenía como objetivo agilizar el trabajo de musicalización. Esa época, mal llamada de la computarización, no deshumaniza a la radio como algunos han pretendido señalar, sencillamente introduce una variante para agilizar el trabajo que hacía perder mucho tiempo a los hombres encargados de la musicalización.  En las estaciones radiales se escuchan temas comoRaindrops keep falling on my head”;B.J. Thomas; “Venus”, Shocking Blue; “Thank you”, Sly and the Family; “Bridge over troubled water”,  Simón y Garfunkel; American Woman, “The long and widing road”,The Beatles; “I am not muntain” , Diana Ross; “Crackin’ Rosie”.. . Neil Diamond; “My Sweet Lord”… George Harrison.

La ciudad de noche se activa mucho más con el auge de las discotecas: La lechuga, The Flowers; The Potinier, Blow up, Eva, La Jungla, El Greco, El Faro, La Naya, El Farito, El Tejano, La Náutica y night clubes como el Hipocampo, Le Club, etc. Los jóvenes invaden estos locales nocturnos, donde al compás de los éxitos impuestos por la radio, ponen en práctica los estilos de baile del momento.

La famosa moda de la minifalda, se conjuga con la maxifalda, las botas, los pantalones a la cadera, las cadenas y los colores psicodélicos. Los estampados de bacterias en camisas y blusas marcan la pauta. Son años que de cierta forma, vuelven a preocupar y hasta a escandalizar a los padres, que no ven con muy buenos ojos eso de irse a divertir a locales con la poca claridad que le brindan esas luces de colores. Claro algo comprensible, pues tanto esnobismo también había traído el terrible flagelo de las drogas.

Para 1971, temas como “Knock three times”, Dawn; “Me and Bobby Mc Gee”, Janis Joplin; “lt’s too late”, Carole King: “You ‘ve go t a fried”, James Taylor ;”How can yorvi mend”, Bee Gees; “American pie”, Don Mc Lean; “Let’s stay together”, Al Green; “Without you”, Nillson; “Heart of gold”, Neil Young; “The first time 1 saw your face”, Rober­ta Flack; “Candy man”, Sammy Davis, Jr; “Song song blue”, Neil Diamond; “Ben”, Michael Jackson; “Me and Mr. Jones”, Billy Paul; “Black and white”, Three Dog Night, ocupan importantes puestos en las carteleras musicales, gracias al impulso de la radio.

No cabe duda que por esta década, Radio Capital con su slogan “La emisora que hizo gustar la radio otra vez”, revoluciona con su estilo el target juvenil y abre un espacio para que otras estaciones traten de seguir sus pasos, entrando en la pelea “La Estación de la Alegría” y La Pantera. Sin embargo, Capital lideriza el gusto de los jóvenes oyentes y los mantiene cautivos con la organización de Festivales musicales y la presentación de grandes figuras del momento. Así, los años 70 se convierten en una época pródiga en conciertos de grandes artistas internacionales. 

Infinidad de temas fueron radiados y muchos de estos intérpretes ocuparon la escena de los principales hoteles capitalinos. Nombres como: Roberto Carlos, Santana, Sangre Sudor y Lágrimas, Raphael, Julio Iglesias, Barry White, Camilo Sesto, Roberta Flack, Donna Summer, Ton Jones, Engenlbert Humperdink, Diana Ross y Las Supremas, Nicola Di Bari, Pepino Di Capri, Ricardo Cocciante, The Queen, The Police, Mercedes Sosa, Charles Aznavour, Rocío Durcal, Danny Rivera, Nelson Ned, Armando Manzanero, Las Mocedades, Las Estrellas de Fania y muchos otros.

Retorna la moda de realizar fiestas en las casas, con la particularidad la particularidad de decorar el lugar con un motivo específico que iba desde estilo gitano, hawaiano, psicodélicas y hasta de brujas, y con iluminación al estilo de las discotecas. La música eran esos hits que transmitía la radio:”Supertition”, Steve Wonder; “Killing me softly with his song”,  Ro­berta Flack; “My love”, Paul Mc Cartney; “The morning after”,. Maureen Mc Govern; “Time in a bottle”, Jim Croce; Midnight train to Georgia, Gladys Knight; “Love’s theme”, Barry White; “Rock the boat”, Hues; “Loving’ You”, Minnie Riperton; “My eyes adored you”, Frankie Valli; “Feelling”, Morris Albert; “Dancing Queen”, Abba; “Ruptura entre amantes”, Mary Mc Gregor; “Melodías del invierno”, Donna Summer; “Somos los campeones”, Queen; “Nena regresa”, Players; “Fiebre del sábado por la noche”, Bee Gees.

La década se cierra y, en 1979, las estaciones radiales colocan los siguientes hits: “Mi vida”, Billy Joel; “Septiembre”, Tierra, Viento y Fuego; “El cielo lo sabe”, Donna Summer; “Brilla Luna Plateada”, Billy Davis/ Marilyn Mc Conn; “Puedes leer mi mente”, Maureen Mc Govern y “Simplemente me enamoré”, Anne Murray. Destaca, de igual manera, la brasilera Eliana Pitman. Y empieza a surgir el mexicano Juan Gabriel. La Dimensión Latina se convierte en todo un suceso musical. Temas como “Taboga”, “Sin tu cariño”,. “Llorarás” , “La piragua”, “Dormir contigo”, “El frutero” no dejan de sonar en la radio. Por su parte, Las Estrellas de Fania, ocupan otro sitial de categoría. Sus temas en las voces de Héctor Lavoe con “El Todopoderoso” y “Periódico de ayer”; Ismael Miranda, con “Galera tres”; Ismael Rivera con “El Nazareno” y “Las caras lindas”; Cheo Feliciano con “El ratón” y “Anacaona”; Jhonny Pacheco y Celia Cruz con “ “Quimbara”; Pete “Conde” Rodríguez con “Catalina la O” y “Convergencia”; Rubén Blades con “Pedro Navaja”, “Pablo pueblo” y “Paula C” y Willy Colón con “Sin poderte hablar”, logran tal popularidad que, en varias oportunidades, se presentan en el país.

Al finalizar la década de los años 70, el disco music penetra en el gusto de los amantes de la música y la vida nocturna.

La Música Venezolana

La música venezolana ha estado siempre pre­sente en nuestra radio. Como hemos señalado, en los primeros años eran valses, pasodobles y merengues, que sólo podían transmitirse en vivo, con los músicos en el estudio, utilizando las prestigiosas or­questas de planta que cada una de las emiso­ras iba organizando. Estas mismas orquestas hacían sus presentaciones animando las fies­tas o acompañando a destacados solistas.

Otra modalidad para disfrutar de nues­tra música era a través de las transmisiones remotas desde la plaza Bolívar donde se efec­tuaban, especialmente los días domingos, las tradicionales “retretas”. A finales de los años 30 y a comienzos de los años 40 se le agrega­ron las grabaciones de los cantantes y grupos musicales venezolanos, en especial aquellos que podían viajar al exterior: figuras de la ta­lla de María Teresa Acosta, Eduardo Lanz y Lorenzo Herrera, a los que más tarde se le unieron, ya en grabaciones nacionales, las or­questas de Luis Alfonzo Larrain, Billo’s Cara­cas Boys, Pedro J. Belisario y Rafael Minaya.

Con el pasar de los años, y la mejoría en la calidad del sonido, además de la música crio­lla, la radio se ha nutrido de verdaderas disco­tecas de corte internacional con compositores e intérpretes nacionales, cuyo éxito ha coloca­do a nuestra música en los primeros lugares de la popularidad, no sólo en Venezuela, sino en gran parte de Latinoamérica y Europa.

A lo largo de toda su trayectoria, más de 60 años, la radio ha sido una gran promotora de la música venezolana, tanto folclórica como de ritmos modernos.

La radio no sólo transmite nuestros rit­mos y letras a todos los confines, permitiendo que muchísima gente tararee piezas y se aprenda canciones de todo tipo, sino que popu­lariza al artista nacional, al punto que, hoy por hoy, es el principal medio de promoción de la venta de discos y entradas a espectáculos.

La historia de la radio está estrechamen­te vinculada a la popularidad de figuras artís­ticas venezolanas como La Pe­queña Mavare y la Orquesta Típica Nacional,   Héctor Cabrera, Luis de Ubaldo, Néstor Zavarce, Edith Salcedo, “Los Pájaros”, Lila Morillo, Cherry Navarro, el Quinteto Contrapunto, Carlos Almenar Otero, Héctor Murga, Morella Muñoz, Chelique Sarabia, Rosa Virginia y María Teresa Chacín, La Rondalla Venezolana, Serenata Guayanesa, Jesús Sevillano, Lilia Vera, Cecilia Todd, Gualberto Ibarreto, Simón Díaz, Soledad Bravo, Un Solo Pueblo, El Cuarteto, Las Sardinas de Naiguatá, Nancy Ramos, Mirna Ríos y conjuntos navideños como Los Tucusitos y en años más cercanos, numerosos grupos de gai­tas zulianas como Rincón Morales, La Grey Zuliana, Guaco, el ya retirado grupo Los Cu­ñaos y muchos otros artistas nacionales, sólo por mencionar los que no pertenecen a la muy abundante cosecha reciente.

La esencia criolla

En lo que a música criolla se refiere, para se­pararla de la de corte internacional hecha por venezolanos, la radio ha tenido espacios espe­cialmente dedicados a su divulgación, inde­pendientemente de los números sueltos que han sonado a lo largo de la programación.

En los años 40, se recuerda mucho toda­vía la regular participación de Vicente Flores y sus Llaneros en un programa de media hora diaria en Radio Caracas, luego en La Voz de la Patria, y finalmente en Radio Cultura.

El trío Los Jiraharas, el dueto Espín ­Guanipa, El Managoré Criollo, Los Hermanos Gómez, El Cuarteto Caraquita y Josefina Ro­dríguez, La Gitana de Color, El Trío Cantaclaro de Inocente Carreño, César del Avila, Benito Quiroz Andrés Cisneros, Adilia Castillo, Magdalena Sánchez, también tuvieron programas propios o participaron en grandes espacios dedicados a la música venezolana en esos años.

A mediados de los 50, todas las tardes, por Radio Caracas, en un programa animado por Pedro José Fajardo, se presentaban el maestro Juan Vicente Torrealba y Los Torrealberos, con sus cantantes, Mario Suá­rez, Marisela y Magdalena Sánchez, mientras que la competencia entre estaciones hacía que, casi a la misma hora, pudiéramos escu­char a Rafael Montaño y su Conjunto por Radio Continente.

Entre otras figuras de gran relieve en esa década mencionamos al compositor y ar­pista Indio Figueredo y el tal vez más típico de nuestros cantantes llaneros: Angel Custodio Loyola.

Recordamos ahora a La Pequeña Mavare, que logra ocupar la preferencia de su música por parte del público, gracias a la promoción que de ella hace Rafael Guillermo Zamora a través de Radio Barquisimeto.

En fin, a pesar de que los gobiernos de­mocráticos impusieron a la radio una medida de obligatorio cumplimiento, decreto que to­dos conocieron como el “uno por uno”, con o sin decreto, la radio ha sido la gran promotora de la música venezolana en todo el país y aun fuera de Venezuela, a través de la onda corta. Si bien la música folclórica en los últimos años se ha estado escuchando menos, no es menos cierto que los temas modernos venezolanos copan más del 65% de las carteleras radiales de todo el país.

Desde hace más de 15 años, ha sido mucho mayor el impacto de nues­tros compositores e intérpretes a través del disco. Junto a la música tradicional del maes­tro Juan Vicente Torrealba, de César Rengifo, de René Rojas, Laudelino Mejías, Alberto Cas­tillo Bustamante, Amable Espina, Antonio Carrillo, Amílcar Segura, José A. López, Ma­ría Rodríguez, Rafa Sánchez López, Lorenzo Herrera y Aldemaro Romero, se comenzaron a escuchar los temas de Chelique Sarabia, Hugo Blanco, Luis Cruz, El Pollo Sifontes, Luis Mariano Ri­vera, Totón Sánchez Azopardo  y otros, los cuales algunas veces en su propia interpretación o en las voces de figuras nacio­nales e internacionales de gran impacto y prestigio, han logrado llevar cada día con más fuerza la presencia de nuestra música a la gran mayoría de las estaciones de AM y FM.

En la década de los 80 despuntan Reyna Lucero, Reynaldo Armas, Cristóbal Jimémez, Cristina Maica, María Rodríguez, Luis Silva, Lilia Vera, entre otros.

Como punto de apoyo en relación con la calidad de sonido, han quedado los esfuerzos realizados por Aldemaro Romero en los años 50 en sus álbumes Criollísima y Dinner in Caracas, y más recientemente Freddy León lo­gró importantes trabajos con la Orquesta Filarmónica de Londres, con sinfonías y te­mas cortos de nuestra tradicional música criolla vestida de gala en compacta digital.

“Los 8o: de las discotecas a las minitecas”

Esta década se abre en un ambiente donde aún se respiraba opulencia, a pesar del famoso “crack” o viernes negro que se produce durante el mandato del Dr. Luis Herrera Campins. El tradicionalismo partidista, al menos, en los primeros ocho, no pasa de las críticas acostumbradas, pero nadie imagina y menos aún hay cabida para que circulen esos rumores a inestabilidad política, revueltas sociales y menos aún asonadas militares. Al culminar el mandato constitucional, Herrera Campins entrega la Presidencia de la República al Dr. Jaime Lusinchi y ya a finales de la década es elegido, en segundo mandato constitucional, Carlos Andrés Pérez, quien asume en 1989.

Canciones como “El jardinero” con Wilfrido Vargas; “Hazlo conmigo una vez más”, Capitán y Tenile; “Nena”, STYX.1; “Mañana de Septiembre”, Neil Diamond; “Nena te amo”, Easy Going, “Hey”, Julio Iglesias; “Después de tí”, Dionne Warwick; “El ritmo continúa”, Whispers: “Nunca he debido dejarte ir”, Neil y Dara Sedaka, dominan el gusto de los oyentes de las distintas emisoras.

Las minitecas liderizan las fiestas y pronto los nombres de éstas: T- Conecction, Lechuga’s People, Gipsy, New York, New York, The drop, Fahrenheit, Excalibur, Infierno, Magique, La Rocola, Lighting, y otras más, se adueñan de una fama bien ganada en el mercado, tanto que hasta surgen eventos como “La Guerra de Minitecas”, organizado por Radio Capital, una emisora juvenil que realmente con su salida en los años 70 había revolucionado a la radio. El disco music hace bailar a los amantes de salir a pasarla bien en discotecas y locales nocturnos, en una ciudad que nada sabía aún de austeridad.

Otros hits como: “Déjame ir amor”, Nicolette Larson y Michael Mc Donald; “Fuego en la mañana”, Melissa Man­chester; “Dancing with myself”, Bill Idol; Whip it”, Devo; “Big in Japan”, Alphaville; “El baile del mono”, Porfi Jiménez y “All nigth long”, Lionel Richie, ocupan importantes posiciones en las carteleras. Gloria Trevi, destaca por su peculiar estilo, así como Janet Jackson.

A lo largo de los años 80, las minitecas alcanzan tal fama, que son contratadas tanto para fiestas como para eventos. Este fenómeno juvenil, incluso llegó a aminorarle los contratos a las orquestas del momento, pues los minitequeros bien actuaban en una fiesta de 15 años, como en el Círculo Militar, en algún prestigioso salón privado, en cualquier prestigioso hotel capitalino, como en un Festival en el Poliedro de Caracas.

Pero junto al despliegue de las minitecas, en el mundo artístico y especialmente de la canción, el merengue cobra vigencia. Nombres como Wilfrido Vargas, Fernandito Villalona, Rubby Pérez, Sergio Vargas, y agrupaciones como New York Band, Juan Luis Guerra y su 440; Las chicas del can” y el grupo venezolano Daiquirí, atrapan con su ritmo las preferencias de los oyentes y pronto sus temas se transforman en grandes hits. Otros cantantes de corte romántico entran en la preferencia de los oyentes, tal es el caso de José José, José Luis Perales, Angela Carrasco, Paloma San Basilio, Massiel, Dyango, Enmanuel, Miguel Bosé, Isabel Pantoja, Ana Gabriel, Rocío Jurado y el Grupo Menudo.

Los venezolanos Yordano, Ilan Chester, Franco de Vita, Frank Quintero, Ricardo Montaner, Oscar D’León, Melissa, Karina, Marlene, Antonieta, Kiara, María Rivas, Floria Márquez, Natucha, Toña Granados, Nancy Toro y Brenda Figallo, figuran en la lista de favoritos.

La década se cierra con un lamentable hecho que ha quedado grabado en la memoria de todos los venezolanos y que ha sido registrado por la historia contemporánea como “El Caracazo”. El 27 de febrero de 1989, se produce un gran estallido social, que se inició en Guarenas y pronto encendió el corazón de la ciudad. En medio de impresionantes saqueos, incendios y una población que se lanzó a las calles en protesta por algunas medidas económicas implementadas por el recién asumido Gobierno de Carlos Andrés Pérez, lo cual dejó un considerable saldo de muertos y heridos, Caracas debió ser tomada militarmente, tras haber sido suspendidas las Garantías Constitucionales hasta que la calma retornó.

El CD e Internet tecnifican los años 90

A nivel del medio radiofónico los avances se hacen sentir. Arrancan las emisoras FM. Poco a poco, los discos de acetato van siendo desplazados por los prácticos CD y los cantantes comienzan a lanzar al mercado, bajo esta modalidad, sus nuevas producciones.

El heavy metal atrae a los jóvenes. El grupo Gun’s and Roses se transforma en la agrupación líder e impone temas como “ Welcome to the jungle”; “It’s so easy; “My Michelle” “Sweet child o’mine”, entre otros. También surge otros grupos como Metallica, Nirvana interpretando el mismo género. En el plano internacional sigue dando mucho de que hablar la cantante Madonna y surge la figura de la cantante Shakira. Así mismo, Carlos Vives, con su particular e impactante estilo, impone grandes éxitos, logrando que la música colombiana, con adecuación moderna, penetre en el gusto del público juvenil.

Avances tecnológicos como Internet, que ya en 1970 había hecho su importante aparición en otros países, configura un interesante adelanto para la radio en estos años.

Sin embargo, en medio de tales adelantos, Venezuela pasa por difíciles momentos políticos. El gobierno de CAP sigue siendo cuestionado. Por primera vez el país se aturde con los rumores de golpe de Estado. La madrugada del 4 de febrero de 1992, un grupo de militares rebeldes, encabezado por el teniente coronel Hugo Chávez Frías intentan dar una asonada militar, pero no logran tomar los medios de Comunicación Social. Por el contrario, el Presidente Pérez, logra llegar a Venevisión y allí graba un primer mensaje, que sale al aire. Tras unas horas de resistencia, los militares rebeldes se rinden. No obstante, el rumbo político del país no mejora. Se sucede otra intentona el 27 de noviembre de ese mismo año. En 1993, Carlos Andrés Pérez es suspendido de sus funciones como Primer Mandatario para enfrentar un juicio. El vacío de poder, es ocupado por el conocido historiador Ramón J. Velásquez, quien también enfrenta algunos problemas, hasta que se realizan elecciones presidenciales y por segunda vez, es elegido como Presidente Constitucional de Venezuela, el Dr. Rafael Caldera.

Pero en el plano musical, no hay que olvidar que fue en esta década cuando retorna nuevamente Michael Jackson, quien luego de un receso, logra con su álbum “BAD”, sonar fuertemente en las emisoras del país.  Por su parte, el cantante mexicano Luis Miguel cautiva con su producción “Romances”. La cubana Gloria Estefan suena con piezas como “Con los años que me quedan”; “Mi Tierra” “Hablas de mi”. Además, el boom de artistas latinos se hace sentir. Nombre tales como: Chayanne, Ricky Martin, Enrique Iglesias, Christian Castro, Alejandro Sanz, Carlos Ponce, Jerry Rivera, Ricardo Arjona, Alejandro Fernández, Charlie Zaa, Thalía, Sergio Dalma, Pedro Fernández, Pepe Aguilar, Marc Anthony, Elvis Crespo, Simone, Luis Fonsi, Cristina Aguilera y La India.

Voces como Whitney Houston, Mariah Carey, The Spays Girl, N’Sy, Six by four, Los Ilegales The Five y retorna al mundo de la música, la conocida cantante Gloria Gaynor convertiendfose nuevamente en la preferida de la juventud.

Así, rap, salsa, merengue, baladas componen las programaciones musicales de las diferentes emisoras.

En la música de salsa la figura internacional más destacada, es indudablemente, Gilberto Santa Rosa, quien de manera contínua, pega todas las canciones y sus presentaciones son un verdadero éxito.

Sin embargo, el surgimiento de un cuarteto de jóvenes denominado “The Backstreet Boys”, marca significativamente los años 90, específicamente a partir de 1996, cuando sus temas dominan los charts mundiales. Su incalculable popularidad sólo es comparada con la época de Los Beatles. La admiración que despiertan en cada concierto, rebasa cualquier expectativa. Su éxito les ha llevado a alcanzar discos de Oro y Platino en 45 países. Su álbum Backstreet Boys ha vendido más de 51 millones de copias en el mundo. Su tercera entrega, “Millenium” llegó a más de 20 millones de copias en 43 países y alcanzó status de multiplatino en 28. Su hit “Shape of my heart” se ha convertido en algo así como el “himno” obligado en cada una de sus multitudinarias presentaciones.

 Con el fin de la década de los años 90, venezolanos como Servando y Florentino, y Los Adolescentes entran en la lista de favoritos. Al comenzar la era del 2000, nuestro país atraviesa una aguda recesión económica y todo parece indicar que en el orden político y social se avecinan duros tiempos y una indetenible crisis de gobernabilidad para el mandatario nacional, Hugo Chávez Frías.     

CAMARA VENEZOLANA DE LA INDUSTRIA DE LA RADIODIFUSION